Restauración de la Ermita del Humilladero de Torrescárcela (Valladolid)
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6 de septiembre de 2023ESTA ES NUESTRA HISTORIA
La historia de cualquier pueblo ayuda a mantener los vínculos con “sus hijos”. Nos sentimos vinculados a Torrescárcela porque muchas generaciones que nos han precedido han vivido aquí. Pero eso no es suficiente, el sentimiento de pertenecía se afianza con la convivencia y con el sentir de nuestras tradiciones. También lo podemos llamar arraigo, pero en definitiva es amar nuestra tierra.
Y, no sólo es el sitio donde uno se cría y se educa, que también... es el sitio donde a uno le llegan vivencias. Que en el caso de las tradiciones son vivencias de nuestros mayores que han sido, muchas veces, protegidas hasta nuestros días. A través de nuestras tradiciones, el pasado se une el futuro recorriendo nuestro presente. Y, es así como nuestro rico patrimonio histórico-artístico y nuestras tradiciones, ayudan a construir una identidad y un sentimiento de pertenencia. En definitiva, se confabulan para afianzarnos en el arraigo.
Una de las mejores formas de demostrar el amor a nuestra tierra es asumir la responsabilidad y el compromiso de conservar nuestro patrimonio histórico y artístico.
Corría el año 2000 cuando un vecino, casi centenario, estaba al lado del pilón hablando con el entonces alcalde, que lo es también ahora, y le mencionó, como de pasada: “…ahí sigue el lavadero”. Con esa frase tan corta, tras varias aclaraciones, le explicó que, al lado del antiguo pilón de tres caños, y debajo del viejo y feo cascarón del lavadero, hecho con paredes de cisco, cerchas de hormigón, piletas de piedra artificial desvencijadas y tejado de uralita, medio caído y en ruina, seguía el lavadero, el viejo lavadero, el de piedra, el que llevaba varios siglos y que tantas coladas tenía en su haber. La recuperación del mismo, visibilizándole de nuevo después de tantísimos años escondido, dio vida a esta zona tan visitada y disfrutada donde pasamos tan buenos ratos en primavera y en verano, donde los mozos y las mozas bajan a merendar, donde celebramos la feria de la cerveza artesanal y, en definitiva, donde convivimos y disfrutamos de buenos momentos. Gracias a la memoria de uno de nuestros mayores, que nos trasladó un detalle importante que estaba olvidado en la memoria colectiva del pueblo, nos permitió rescatar una parte de nuestra historia y de nuestro patrimonio. Ambos, historia y patrimonio, nos ayudan a mantener viva la llama de la esperanza en la pervivencia de nuestro pueblo, de Torrescárcela.
Procedería también hacer una referencia al el Camino del Vía Crucis, conocido comúnmente como Camino del Calvario, que corre -una parte- paralelo al Camino al Santuario de El Henar. A la salida del pueblo en dirección a Cuéllar se encuentra, un precioso camino que fue rehabilitado en la misma época en la que se recuperó el antiguo lavadero y que, aunque cuenta con algunas cruces de nueva cantería, repuestas en el año 2003, todavía se pueden ver la mayoría de las que integran las estaciones y que fueron puestas en el siglo XVIII, costeadas por diferentes devotos, cuyos nombres están inscritos en la base de las peanas.
Justo al lado de este Calvario encontramos la Ermita de El Humilladero. Y, su rehabilitación es la que estamos decididos a acometer, para ello hemos decidio establecer una alianza con la Asociación Hispania Nostra y. con todos vosotros. lectores de estas letras, a los que os pedimos humildemente vuestro óbolo para ayudarnos a ver cumplido este sueño de tantos, que no es otro que ver nuestro Patrimonio en condiciones de poder compartirlo con futuras generaciones.
Tal y como refiere José Mª Viloria García en su obra Los Pueblos del Sexmo de Valcorba (2002), “… por ciertos detalles que hemos podido recoger, es muy probable que este templo se edificara alrededor del año 1712. Lo que es cierto y seguro que en 1722 ya estaba construido. La primera referencia concreta es de dicho año, de tal forma que se refiere que fallece un vecino, el cual entre otros sufragios dispone que se diga una misa en el Humilladero de este lugar. Desde entonces, se celebraban misas en este santuario, aplicadas a la práctica totalidad de los difuntos. El día de la semana elegido, era los viernes”. Se trata de un lugar muy singular porque tal y como describió, en el libro de difuntos el sacerdote que fue de Torrescárcela, D. Manuel Esteban Zorrilla: “Desde el año de mil y setencientos y treinta y uno va que soy cura deste lugar de Torrescárcela, hasta este de treinta y nueve, y me han dicho han vuelto a este mundo, los difuntos siguientes: el primero, A.M., quien dixo a sus hijos y en particular a su hijo A.M., se le dixesen dieciséis misas, las cuales me encomendaron a mí el infrascrito cura. La segunda fue M.V. quien dixo a su hija M.G., ya difunta, casada que estuvo en el lugar de Viloria, que se le apareció a ella su madre y la mandó decir una misa en el Humilladero deste lugar. Lo cual se dixo. La tercera fue B.A., mujer que fue de J.P. quien afirmó ante mí, el infrascrito cura, se le apareció dos veces el dicho J.P. y encomendó una misa en el Humilladero deste lugar. Póngolo aquí por lo que pueda algún día suceder y para que nadie se espante y procure cumplir sus promesas cuanto antes, sin aguardar a hacer estos viajes, poque los santos son rigurosos acreedores a cuanto se les promete en dicho lugar”.
LA ERMITA DEL HUMILLADERO
Pues bien, este bien de tanto interés patrimonial, que hoy esta desafectado para el culto, trescientos años después de su construcción, hemos de restaurarlo para volver a ponerlo en valor y mantener la herencia recibida.
La Ermita se sitúa en la calle Real de Abajo nº 51, de Torrescárcela. La parcela tiene una superficie según catastro de 468 m², de los cuales la Ermita se desarrolla en un único volumen en planta baja que ocupa una superficie construida de 54 m². El proyectro técnico, redactado por arquitecto colegiado, contempla la sustitución de la cubierta de placas de fibrocemento así como su reacondicionamiento tanto interior como exterior. La cubierta original, que era a cuatro aguas, se derrumbó y como medida más inmediata se realizó una nueva a dos aguas con placas de fibrocemento sustentada mediante una nueva estructura de madera para permitir la conservación del edificio. Por lo tanto, los elementos de la cubierta en la actualidad no son los originales de la Ermita de ahí que se vaya a realizar su sustitución por una nueva estructura de madera con una cobertura de teja tradicional, volviendo a las características originales del inmueble, esto es una cubierta a cuatro aguas, que respete la volumetría y la forma original. Las obras proyectadas tienen el objetivo de conservar y mantener el estado de la Ermita de El Humilladero para evitar su deterioro y volver a otorgarla valor.
Necessidades do projeto
Descripción de la intervención
La actuación propuesta en la edificación tiene el objeto de conservar y mantener el estado de la Ermita del Humilladero. La intervención pretende la sustitución de la cubierta existente de dos aguas de estructura de madera y cobertura de placas de fibrocemento por una nueva. Los elementos descritos no forman parte de los componentes originales de la Ermita, por lo que se plantea su sustitución, a excepción de unos elementos esquineros de madera originales que se recuperarán y mantendrán.
A pesar de que en la actualidad la cubierta es de dos aguas, originalmente se trataba de una cubierta a cuatro aguas, por lo que la nueva cubierta respetará la volumetría y forma original.La intervención propuesta comenzará con la demolición de la cubierta existente, siguiendo los siguientes pasos:
Levantamiento de la cobertura de placas de fibrocemento. Será la empresa encargada de seleccionar la metodología de actuación, no obstante el procedimiento contará con los elementos de seguridad necesarios, de tal forma que inicialmente se pulverizará la estructura a desmontar con un líquido encapsulador para evitar que se desprenda la menor cantidad de fibras de amianto en caso de rotura y posteriormente se iniciará su desmontaje de arriba a abajo eliminando primero los elementos de sujeción de las piezas y utilizando al mismo tiempo aspiradoras para recoger las fibras que puedan desprenderse durante el proceso. Si fuera preciso se recubrirá con plástico sellado toda la estructura para evitar que las fibras puedan expandirse. Si se produjeran roturas del fibrocemento durante el desmontaje, las piezas rotas deberán volver a pulverizarse con el líquido encapsulador para reducir lo más posible la dispersión de fibras. Por último, se precederá a limpiar y aspirar los elementos estructurales que han podido estar en contacto con el fibrocemento y trasladar los elementos desmontados a vertedero autorizado de manera segura y sin sufrir ningún riesgo.
Tras la retirada de la cubierta de fibrocemento se procederá al levantamiento por medios mecánicos o manuales de la estructura de madera de la cubierta, que no es la original de la edificación.
Una vez retirada la cubierta existente, se instalará la nueva cubierta, que será de cuatro aguas respetando la volumetría original de la Ermita, y estando compuesta por:
Estructura de madera aserrada de cubierta a cuatros aguas.
Panel sándwich compuesto en el interior de friso de abeto de 10 mm, núcleo de poliestireno extruido de 60 mm y en el exterior tablero de aglomerado hidrófugo de 16 mm.
Impermeabilización mediante panel onduline y sujeción de la cobertura de teja tradicional a través de gancho.
Además de la sustitución de la cubierta, se plantean una serie de intervenciones de acondicionamiento del espacio interior y exterior:
Sustitución de la puerta de acceso de chapa metálica por una de madera maciza, así como la instalación de otra puerta en el otro vano.
Nuevo solado formado por piedra caspaspero.
Instalación de iluminación de perfil de tira LED situado a la altura del durmiente de madera de la cubierta.
Reparación de revestimiento interior de paredes por un monocapa de cal. Antes de realizar cualquier intervención se consultará con la opinión de los expertos en restauración de Hispania Nostra sobre la necesidad o no de la recuperación de unas pinturas existentes.
Reparaciones puntuales de fachada. Previa limpieza de fachada se rejuntarán aquellas juntas de mampostería que se estén en mal estado para evitar la filtración de suciedad y agua del exterior. Además, existe una grieta en la fachada de acceso que se resolverá mediante el cosido con grapas de acero corrugado colocadas en las juntas de la mampostería.
El coste total de la intervención descrita (sin contar la redacción del proyecto) alcanza la cifra de 44.223,14 € (impuestos incluidos).
Es importante poner de manifiesto que el proyecto de rehabilitación se va a realizar independientemente de las donaciones recibidas. En caso de no alcanzar el objetivo óptimo incluido en las previsiones de esta camapaña, el ayuntamiento complementará lo que falte para llevar a buen término el proyecto.